viernes, 9 de agosto de 2013
Capítulo 39- Doctor abs.
-Dije que te amaba -bajé la mirada-. Esta mañana, y preguntaste por qué
-Es que no entiendo. No tengo nada de especial como esas chicas en las novelas.
-Novelas -rió burlón-. Yo sé que sí -rozó nuestras narices, mirándome a los ojos-. Detrás de esa posición arrogante, hay un buen corazón
-¿Cómo sabés eso?
-Porque yo soy igual, Shawty -acarició mi mejilla, dejándome completamente sorprendida-. ¿Qué es esa pila de ropa que está sobre tu cama?
Fruncí el ceño por el repentino cambio de tema, y me centré en su pregunta: ropa que no me entra.
-Son ropas viejas -respondí simplemente
-¿Qué vas a hacer con ellas?
-Quería donarlas, pero mamá dice que son muy caras y eso -volteé los ojos-. Pienso hacerlo de todas formas
-Lo sabía -besó mis labios
-¿Qué sabías?
-Que en el fondo eras así. No sos muy reservada, es fácil conocerte -sonrió tiernamente, contagiándome-. Y cuando digo "te amo", es porque lo siento de verdad, no sólo por decir -escondí mi rostro en su cuello. No sabía qué decir, no sabía si yo lo amaba realmente, no quería decirlo sólo para complacerlo. Era raro, mi tipo de chicos siempre fue más como Liam, tiernos y educados, pero Justin (a veces) es todo lo contrario.
Y como si estuviera leyéndome la mente, dijo:
-No te sientas obligada a decirme lo mismo, decilo cuando lo sientas
Oh, hoy los dos estábamos sensibles. ¿Por qué era tan tierno? Mis ojos se humedecieron por segunda vez en la noche. Me separé de él y lo miré detalladamente.
-Gracias, Justin
-No es nada
-No, digo. Gracias por entenderme, soportarme, acariciarme, complacerme, y todo lo que termine con 'erme' o 'arme' -lo hice reír
-No es nada -repitió. Me abrazó dulcemente y recosté mi cabeza en su pecho, dándole un beso en su hombro desnudo.
Nos quedamos así unos minutos, acurrucados, hasta que el sueño casi me vencía.
-Shawty... -susurró
-Mmm -emití vagamente. Estaba entre el sueño y la realidad, no tenía ganas para hablar
-¿Vemos una película? -movió la cabeza para verme- Perdón, no sabía que dormías -dijo con una sonrisa dulce
-No, está bien -me froté los ojos
-Aunque lo sospechaba -siguió-. Me parecía raro, porque yo te hablaba y no decías nada -sonreí bobamente y él miró mis labios. Lo besé antes que él lo haga
-¿Cuál vemos?
-Veamos si hay una en televisión -propuso
-Bueno... -dije sin energías. Lo más probable es que me quedaría dormida en los primeros quince minutos, pero quería estar con él. Eran las doce de la noche, según el reloj de la cocina.
Justin me extendió el control de la televisión, pero negué con la cabeza y lo extendí hacia él.
-Elegí vos -dije
Él se encogió de hombros, y después de pasar canales, quedó en una película recién empezada. Era de acción.
Por lo menos me va a mantener despierta, pensé.
Y me quedé dormida, acostada en el sillón con las piernas sobre el regazo de Justin y la cabeza en el apoyabrazos. ¿Cúanto había pasado? La película seguía en pie, Justin mirando atentamente mientras acariciaba levemente mi pierna con sus dedos. Encima hacía un calor de morir, estaba toda transpirada. Iu, pensé.
Me levanté del sillón, llamando la atención de Justin.
-Reviviste -afirmó
-¿Cuánto dormí?
Se encogió de hombros, mientras yo buscaba el control del aire acondicionado.
-Como veinte minutos
-Me hubieras dicho -apreté un botón, y puse el número veinticuatro en la pantalla del aparato
-Estabas linda durmiendo -volteé los ojos sonriendo
-Todos dicen eso
-Ya sé, pero nunca creí que fuera cierto -me miró tierno. Sonreí y luego me mordí el labio. Me senté a su lado y le dí un beso en la mejilla.
-No voy a caer -reí
Él rodeó mis hombros con su brazo. Al rato, terminé con mi cabeza sobre su regazo, y mis piernas estiradas en el resto del sillón. Justin tomaba algunos de mis mechones de pelo y los enredaba en su dedo índice, para luego dejarlos como antes.
¿Cómo pudiste dudar de él? Preguntó mi conciencia.
Y finalmente, me dormí en sus piernas. Pero esta vez en serio; y lo mejor fue que desperté en mi cama, como era de esperarse. Lo primero que ví al abrir los ojos fueron los suyos, mieles, bien abiertos, y luego mi vista se desvió a una brillante sonrisa. Estaba a centímetros de mi cara, frente a frente.
-Buenos días -dijo. Se acercó suavemente a mí y me dió un beso cerca de los labios
-Hola -dije con una sonrisa contagioso. El ambiente estaba fresco, pero aún así, él estaba sin remera. Miré bajo la sábana que sólo me cubría a mí y a él hasta su cintura. Todavía tenía la ropa de anoche.
-Oh, no me cambié -dije
-Sí... no quería cambiarte yo -rió. Lo miré confundida-. Sería algo atrevido, si ni siquiera tuvimos rela... -lo interrumpí
-Justin... -dije apenada. Sentí cómo subía un calor a mi espalda
-No lo tomes a mal, no estaba reprochándolo. Sólo decía que no lo hice, porque sería... desubicado -corrigió, rápidamente
Acaricié su hombro con mi mano, y subí hacia su mandíbula. Dejé la mano allí y mi pulgar en su mejilla.
-No quiero hacer algo de lo que no esté segura
Su mano tomó la mía, y sus labios depositaron un beso en su dorso, mirándome a los ojos.
-No te preocupes -ahora su mano estaba en mi mejilla, acariciándome-. No tengo prisa, cuando los dos estemos listos, será
Aproveché su cercanía, y lo besé dulcemente. Cuando se separó de mí, me miró con una hermosa sonrisa.
-¿Qué tal si desayunamos afuera? -dijo aún muy cerca, de forma que su aliento chocó contra mi piel.
Asentí en vez de hablar, recordando que todavía no me había cepillado los dientes, seguro enía el aliento como búfalo en descomposición. ¡Y lo había besado! Tonta, tonta.
-Voy a cambiarme -sonreí
Me levanté y él también lo hizo. Sólo estaba en bóxer.
Mmm, tentador, pensé.
-Decime, Jess... -me abrazó desde atrás, mientras buscaba ropa en mi armario- ¿te parece que necesito ir más al gimnasio? -susurró a mi oído- ¿O así estoy bien?
-Justin, no vas a lograr calentarme -sonreí negando con la cabeza
-¡Hey! Sólo preguntaba -se defendió, rió en mi oído nuevamente, haciendo que sonría más. Me mordió el lóbulo de la oreja con suavidad, provocándome-. Vamos, decime
Me soltó y volteé a verlo. Lo miré minuciosamente. Espalda ancha, brazos fuertes, abdominales algo marcados... bóxer...
Dejá de mirar eso, dejalo, dejalo... -susurré en mi mente.
-Estás genial, Justin -dije, volviendo a lo mío como si nada hubiese pasado
-¿Segura?
-Si. Creí que ya lo sabías -dije
-Lo sabía, sólo quería ver cómo me mirabas -me volteé a verlo sorprendida, y él enseguida comenzó a reír dirigiéndose a la puerta. Volvió a mí y me dió un beso en los labios.
-Te amo -dijo, antes de volver a la puerta
.¿A dónde...?
-Te espero afuera -respondió mi media pregunta, ya afuera del cuarto
Suspiré y entré al baño de una vez. Me dí una ducha rápida y me lavé los dientes. Me cambié así { http://www.polyvore.com/cgi/set?id=71970784&.locale=es }
Bajé, y Justin hablaba en la puerta principal, con mamá. Ella tenía un bolso, al parecer estaba a punto de salir. Me acerqué a ellos justo cuando mamá salía por la puerta y subía al auto.
-¿A dónde fue? -pregunté
-Dijo que tiene que pagar unas cosas... y que nos portemos bien -rió, apoyado en el marco de la puerta-. ¿Vamos? -asentí
...
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