-Justin, quiero dejarte algo claro -me volteé con tono decidido, aunque por dentro temblaba como un pollo
-¿Qué? -preguntó él con cierta gracia por mi repentino tono
-Quiero que dejes de jugar conmigo. Sé que esto no va a llegar a nada serio y no quiero que me uses como hacés con las demás.
Él se quedó callado, impactado, sin animarse a enfrentearme.
-Si ellas se dejan usar o solamente les gusta hacerlo no es mi problema, y no significa que yo sea igual a ellas. Quiero que de una vez me respetes y me trates como me merezco. Sé que jugaste conmigo y que tus disculpas no son sinceras, y como te atrevas a volver a pedirme un falso perdón, quiero que sepas que te lo podés mete... -me interrumpió
-Mis disculpas sí fueron reales
-Sí, se nota -dije con sarcasmo
-Jess... -suspiró- sé que parece que no tengo sentimientos y que juego con todas. Pero aunque... -hizo una pausa- sea verdad en parte, no quise que esto terminara así, era sólo una apuesta, yo creí que... -lo interrumpí
-¿¡Una apuesta!? ¿Estuviste conmigo por una apuesta? ¿Fui parte de un juego? -exclamé molesta
-No... bueno, bueno en realidad sí, pero... dejame explicarte
-¿¡Explicar qué!? ¿Qué no te importo nada y no tenés sentimientos? ¿Qué no respetas a nadie?
-No… -suspiró nuevamente- Jess quiero que estemos bien, ¿si?
-¡No se nota! –me quejé
-Escuchame –tomó mi rostro, y me acercó a él-. Te voy a contar cómo fue todo, ¿si?
-Está bien… -murmuré suspirando
Y me di cuenta de por qué sonreía así. Él creía que estando cerca suyo, yo cedía ante cualquier cosa. ¿Se pensaba que me tenía loca? Idiota…
Me solté y caminé hacia la cocina, mientras en el camino tomaba algo de ropa para ponerme encima. Justin me siguió diciendo mi nombre pero yo sólo lo ignoré. Comencé a lavar los platos. De lo contrario, mamá me pediría que lo haga luego.
Suspiré pesadamente al sentir las manos de Justin alrededor de mi cintura.
-Por favor, hablemos –me dijo apoyándose en mi hombro. Me dio un beso en la mejilla
-No quiero
-Tenemos que hablar y arreglar todo –dijo
¿Eso salió de su boca? Bah, seguro era una grabación. Él jamás lo diría, a no ser que lo amenacen o algo parecido.
-Vos tenés que hablar, y vos tenés que arreglar todo –corregí saliendo de su agarre
-Está bien, pero esta vez quiero que me dejes hacerlo
-Bueno… -acepté sin mucho ánimo
Me dirigió al sillón, y ambos nos sentamos. Él soltó un suspiro y se mordió el labio.
-Todo empezó en la fiesta de Chris. Chaz me dijo que me habías estado mirando y apostamos: él dijo que seguro me rechazarías toda la vida y yo dije que sólo hacía falta tiempo para que estemos juntos –sonrió un poco y me miró a los ojos.
-Nosotros no estuvimos juntos –comenté seria
-No, por mi culpa; pero, si no hubiera pasado, ¿hubieras estado conmigo?
-No interrumpas y seguí con la historia –evadí el tema
Él sólo sonrió y siguió hablando.
-Entonces, quedó todo dicho. Pero Chris está tan enamorado que tuvo que decirte todo
-No fue por Chris por quién me di cuenta. Todos me decian que lo nuestro era falso pero yo, por alguna estúpida razón de la que me arrepiento, te creí. Creí que tenías sentimientos y que no volverías a cometer un error estúpido como el que supuestamente hiciste con tu novia hace un tiempo
-¿Supuestamente? –repitió él con tono molesto
-Quién sabe –me encogí de hombros-. A lo mejor eso también fue una mentira para que parezcas tierno –levanté una ceja
-¿Te parece que mentiría con eso? –preguntó ahora sí, molesto
-Justin, tu decisión fue estúpida. Todas tus decisiones lo son: apostar que estaría con vos. Estar con la amiga de la chica con la que salís, mientras salís. ¿Besar a la amiga de tu novia?
-¡Ella me amenazó! –se defendió él
-Por Dios… cualquier persona normal hubiera ido con su novia y le hubiera dicho
-¿Y ella me creería? Es su mejor amiga, los amigos antes que los novios. ¿O no es así?
-¿Ahora me venís con códigos?
Él echó su cabeza hacia atrás.
-Jess, quiero que estemos bien. Besé a Lucía… no sé por qué lo hice –lo miré dudosa-. Ella me dijo que nosotros dos no duraríamos y tuve un impulso o algo así.
-Justin… -negué con la cabeza- no te creo, no creo nada. No confío en vos –me levanté
-Jess, sólo quiero que respondas algo, ¿si? Quiero que me digas qué sentiste cuando me besabas
-No sé –respondí simplemente
-Por favor –lo miré a los ojos
-¿Cómo querés que me acuerde?
-Yo te ayudo con eso
Y me besó nuevamente. Otra vez tuve esa increíble sensación que me hacía sentir cada vez que roza mis labios.
-¿Y ahora? -preguntó en un susurro- ¿Qué sentiste?
-Que te quiero... -respondí suavemente
Él sonrió.
-¿Y qué más?
-¿Eso te parece poco? -respondí con una pregunta- Considerando lo que me hiciste, y que yo lo haya dejado pasar, ¿sigue siendo poco?
-No es eso, es que... esperaba otra cosa
-¿Qué? -mi tono ya era normal, no era tierno
-Quería un 'me gustas'
...
-¿Y ahora? -preguntó en un susurro- ¿Qué sentiste?
-Que te quiero... -respondí suavemente
Él sonrió.
-¿Y qué más?
-¿Eso te parece poco? -respondí con una pregunta- Considerando lo que me hiciste, y que yo lo haya dejado pasar, ¿sigue siendo poco?
-No es eso, es que... esperaba otra cosa
-¿Qué? -mi tono ya era normal, no era tierno
-Quería un 'me gustas'
...
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