viernes, 9 de agosto de 2013
Capítulo 27- Amigos
-Nada, me voy -espetó él, y luego me miró-. Ah, y terminamos
-¿QUÉ? -dije abriendo los ojos sin creerlo- No, Liam, no, esperá, pero...
Él negó con la cabeza y se fue, poniéndose la remera. Se frotó el rostro y dejé de verlo luego de unos segundos.
Sentí la mano de Justin sobre mi brazo, mientras yo secaba mis lágrimas. Automáticamente le pegué una cachetada.
-¿Lo hiciste a propósito? -pregunté, enojada, pero aún con lágrimas en mis mejillas
-¿¡Qué cosa!? -preguntó con tono inocente
-¡Dormir sin remera! ¡Y te dije que no me abraces!
-¡No lo hago a propósito, no controlo mi cuerpo cuando duermo, linda! -dijo irónico- Y tenía calor
-¡AGH! -chillé frustrada. Me acerqué a él y comencé a pegarle mientras él se cubría con su brazo, aunque llegó un momento en el que casi no le hacía nada, porque las lágrimas se habían apoderado de mí. Él se fue descubriendo lentamente cuando yo ya no lo tocaba, y me observó unos segundos.
Tomé mi rostro entre mis manos sin creerlo. El chico de mi sueños, acababa de perderlo por un idiota.
Sus brazos me abrazaron lentamente y yo... me dejé. Él tenía algo... algo que me atraía por más de que intente alejarme. Lo que sea que haga, por más malo que sea, con una mirada de las suyas, ya me tenía a sus pies, aunque yo quiera negarlo. De todas formas, Liam me seguía gustando, y era el modelo de chico que todas quieren, es perfecto. Pero yo lo dejé ir. ¿Por qué? Porque soy una idiota.
-Todo va a estar bien -susurró él
-No quiero ir al colegio
-Quedate acá... -sugirió, con tono de voz suave
Negué con la cabeza.
-Tengo que ver a mamá
-Bueno -suspiró
Dos días después, todo empezó de nuevo. Mamá estaba bien, no estaba herida ni nada, afortunadamente.
La que estaba mal era yo, aunque no físicamente. Pero tenía un lío tremendo en la cabeza. ¿Justin? ¿Liam? Tenía un lío con ambos.
Justin había prometido que hablaría con él. Cuando me lo dijo y, hasta ahora, no le creí nada. Pero igualmente, ya dí a Liam por perdido. Trato de evitar los lugares en el colegio en donde está.
Era miércoles, esos días que todo mi curso se iba temprano y yo me quedaba para las clases de animación. Lo peor, era que tercero y quinto salían a la misma hora que yo. Y Liam estaba en quinto...
Todos estaban almorzando, o ya se habían ido, o tenían clase; así que fui a dar una vuelta por el colegio. Llegué al gimnasio. No había nadie, por lo que bajé y me encontré con dos sombras afuera.
En el gimnasio habían unas puertas de vidrio que daban afuera, y allí un patio enorme. Y en él... ¿Liam? Y Justin.
Abrí la puerta lentamente y tomé mi celular. Puse 'grabar' y lo dejé al lado de una columna. Luego, volví a abrir la puerta y me escondí tras la puerta del baño, ya adentro del gimnasio.
Cuando Liam entró, seguido de Justin, corrí nuevamente cuando no me vieron. Tomé mi teléfono y corté la grabación.
-Porque a mí me sigue gustando
Se escuchó un suspiro.
-Entonces... le digo que seamos amigos
-¿En serio harías eso?
Se escuchó un silencio.
-Gracias -dijo en un murmuro
-¿Amigos otra vez?
-Sí...
Ahora a lo importante. A él le sigo gustando. Pero tengo un leve problema... ¿QUIÉN ES ÉL?
Lo que necesito ahora, es hablar con Liam. Y un buen abrazo...
-Jess...-alguien dijo detrás mío
Volteé.
-Liam, te estaba buscando -me acerqué a él
-Bien... sentémonos -dijo
Una vez que subimos al primer piso, nos sentamos en uno de los bancos del pasillo. Y... se formó un silencio.
-Bueno... no quise hablarte así el otro día. Es que me sentí muy mal, en serio. No suelo ser celoso, porque te tengo confianza pero eso me mató. Porque Justin te abrazaba... y estaba sin remera y... -lo abracé
-Perdón, fue mi culpa. Yo le dije que duerma conmigo -él se separó de mí y me miró fijamente, esperando que hable-. Es que estaba llorando y, me moría de miedo por lo que acababa de pasar -dije, mirándolo a los ojos-. Perdón, Liam, no quería arruinarlo todo, en serio. Siempre me gustaste y tuve suerte de que te fijes en mí, y no quiero que estemos peleados, porque te...
Tomó mi rostro entre sus manos y chocó sus labios con los míos. Luego ambos comenzamos a moverlos suavemente.
-...quiero -terminé
-Yo también te quiero -dijo él, y acarició mi mejilla con su pulgar-. Pero ya no podemos ser más que amigos, Jess
-¿Por qué? -pregunté desilusionada
-Es que... bueno, es más por códigos -suspiró, y acarició mi mano como la primera vez
-Pero ya casi cumplíamos dos meses... -dije en un murmuro
Él se quedó mirándome a los ojos sin decir nada. Negó con la cabeza y se mordió el labio internamente. Mientras, yo lo observaba detenidamente. Su rostro tenía las facciones marcadas perfectamente, como Justin, que lo hacía más varonil. Era un chico hermoso.
Llevé mi mano a su mandíbula y acaricié su mejilla suavemente. Miré sus labios por un segundo y... me tenté. Lo acerqué un poco y lo besé. Mi mano seguía donde antes, amaba besarlo así. Además de que sus besos tenían algo especial, era perfecto.
-Ese fue el último -murmuró él. Yo asentí
-Pero todavía te quiero -dije, sin mirarlo a los ojos
-Yo también, amo... Jess -corrigió. Sonreí débilmente y bajé mi mano a su cuello.
-Me voy -anuncié
-¿A...?
-Mi casa. No estoy para dar clases -dije levantándome
-Te llevo -se levantó él
Negué con la cabeza.
-Voy a ir caminando -dije, acariciando su brazo desnudo-. Gracias
Él asintió y por último me abrazó tiernamente. Y cuando menos lo esperaba, me levantó sobre su hombro y recorrió el colegio conmigo encima.
-¡Liam! -chillé riendo
-¡Shh! Hay chicos en clase -rió él
Ví cómo algunos nos miraban desde los salones. Se escuchó un '¿quién está gritando?' probablemente de una profesora. Y cuando ví bien, estaba ella saliendo del salón.
-Rápido -le susurré a Liam
Él corrió un poco más y nos quedamos tras una columna, viendo como la profesora entraba nuevamente al salón esta vez cerrando la puerta.
Liam y yo reímos tranquilamente. Todo estaba en silencio otra vez. Me quedé mirándolo luego de reír. Era hermoso, ya me cansaba de decirlo tanto, pero es que era verdad.
-¿Qué pasa? -preguntó él con una sonrisa
-¿Querés venir a casa conmigo? -dije, sin pensarlo dos veces
-Creí que querías ir sola -sonrió
-Pero quiero que vengas conmigo -tomé su mano, y lo llevé conmigo
-Está bien -suspiró. Me rodeó por la cintura, haciéndome sonreír
-¡No! -chillé, mientras él me hacía cosquillas
-¿Qué se dice?
-No, Liam, por favor -dije entre risas
-No, así no
-¡Basta! -dije otra vez
-Pero si te encanta, pillina -sonreí. Otra vez me había dicho así
-Qué buen amigo -se escuchó
...
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