Seguro le cuesta expresar sus sentimientos, pensé.
Pero no, no era eso. ¿Cómo me di cuenta? Así...
Todo empezó, como ya dije, hace unos días. Él venía, me abrazaba, se quedaba conmigo. Todo era genial, no era un idiota más que me manoseaba y terminaba con la mejilla roja. Ya no.
Pero las cosas estaban raras... al principio, Julia, Lucía y Paula me molestaban con sus típicos comentarios de "uh, parece que hay onda" y demás, a los que ya me había acostumbrado y, por alguna extraña razón, me hacían sonreír.
¿Cuál era esa razón? Luego me dí cuenta, claro. Justin empezaba a gustarme.
Y yo, como una estúpida, me tragué la historia completa. Si tan solo les hubiera hecho caso a las chicas...
El caso es que, algo dentro mío, a lo que yo llamo 'mi parte consiente' me decía que algo no cerraba. Después de unos días así con Justin, besos, abrazos y demás, las chicas ya no tenían ese aire divertido con nuestra 'relación'. Más bien me decían cosas como "no te lo tomes tan en serio", "es Justin", "es un mujeriego". Y yo sólo reía y les respondía que dejen de tirarme abajo las ilusiones.
Es que eso eran, ilusiones. Porque nada de lo que pasó fue real en realidad.
Ya pasados los cinco días, Lucía estaba distinta. No la veíamos mucho y Justin estaba muy pendiente de su celular. Mandaba muchos mensajes o algo así. Lo que sea.
Después de haberle dicho a Justin que lo quería, lo noté algo decaído, como si estuviera preocupado por algo. Incluso le pregunté, pero nada.
¿Todos se habían puesto de acuerdo? No sé, pero era como que, cuando me decían que no me tome en serio lo de Justin, yo preguntaba por qué lo decían, y ellos sólo se limitaban a encogerse de hombros y responder un vago "sólo digo" o "por nada". Así que no les tomé importancia.
Pero Chris. Chris estaba preocupado. Me decía que Justin estaba jugando conmigo.
-Jess, en serio. Sabés que es un mujeriego
-Creí que eran amigos
-Lo somos. Pero yo no soy como él -explicó abrazándome por los hombros
Lo miré y él hizo lo mismo. Me sonrió de lado como tanto me gusta y yo me abracé a él. Murmuré un 'te quiero', del cual sí tuve respuesta.
Entonces, lo que no quería que pase. Todo tuvo sentido otra vez. ¿Por qué Justin estaba algo raro conmigo? ¿Por qué Lucía no aparecía nunca? ¿Por qué me decía que Justin no era para mí? ¿Y las chicas la apoyaban? Entonces lo entendí. Mis ojos lo vieron y aún lo recuerdo. Justin jugó conmigo.
-Jess, mejor vamos... -murmuró Chris
-No -respondí algo molesta
Porque en realidad, no podía decirle nada. No éramos nada, y no tenía derecho a pedirle una explicación de por qué estaba besando a mi amiga. Bueno, si es que se puede llamar así.
Justin se separó de ella y miró en nuestra dirección.
-Jess... yo... yo creí que estabas... -lo interrumpí
-No, yo sólo daba una vuelta con Chris, mientras ustedes -miré a Lucía- se comían como si no hubiera mañana -dije con un odio tremendo
-¡Yo no quise seguirle el beso! ¡Ella vino a besarme! -se defendió Justin acercándose a la puerta
-¡Jess, no le creas! Él fue quién estuvo tratando de estar conmigo este tiempo -dijo ella acercándose por detrás suyo
-No puedo creerlo... -murmuré negando con la cabeza
-Jess, hablemos en privado -dijo Justin caminando decidido hacia mí
-¡No! -me alejé. Chris seguía a mi lado- Y no me digas Jess -miré a Lucía-, y vos tampoco. Los dos pueden irse bien a... -Justin me interrumpió
-¡Sólo fue un beso! Además nosotros no éramos nada
-No, gracias a Dios -respondí-. ¿Sabés qué? No importa. De todas formas el que se perjudica y queda mal sos vos, porque como sigas así nadie va a querer acercarse a vos por ser un mujeriego que sólo juega con todas. Suerte que esa tal 'Sofía' entró en razón antes de que fueran algo más porque iba a terminar muy mal
-Basta -intervino Chris-. Justin, te pasaste. Y Jess... vos también. Mejor nos vamos
-Esperen un segundo -habló Justin-. ¿Qué dijiste de ella?
-¿De quién? ¿Qué no podés decir su nombre? -lo desafié
Él apretó la mandíbula y se acercó más a mí.
-No hables mal de ella -espetó, mientras su aliento chocaba contra mí
Miré hacia otro lado, evitando su mirada. Solté un suspiro.
-Sos un idiota... -murmuré empujándolo lentamente lejos de mí. Su mano se posó sobre la mía en su pecho
-No te vayas -dijo tratando de atraerme hacia él mientras yo caminaba lejos
-Mejor andate vos -terminé. Chris se quedó mirándome y luego agachó la cabeza.
¿Él tenía algo que ver? Eso era lo más probable.
Estuve llorando toda la tarde. Patético, ¿no? Pero sí, así fue. De alguna manera pensé que Justin estaba al menos un poco interesado en mí, pero me dejó bien claro que es lo contrario.
Abrió la puerta de golpe. Justin. Se acercó a pasos lentos con las manos en los bolsillos, mientras yo lo único que pude hacer fue sentarme rápido por el susto. Justin asentía suavemente con la cabeza abajo. Me extendió la mano y yo, por alguna razón, la tomé. Me acercó a él sin decir nada y me abrazó por la cintura. ¿Yo? Sólo me quedé mirándolo. Sus manos tomaron las mías y fueron apoyadas sobre sus hombros. Cuando quise sacarlas, él volvió a ponerlas. Y sobre todo, no dejaba de mirarme a los ojos. Esta vez quise salir completamente de su agarre, pero él rápidamente me lo impidió atrapándome por la cintura. Volteé la cabeza. No quería mirarlo. Y menos con lágrimas en los ojos, mostrándole que él me interesaba y que creí su juego. Pero no pude. Otra lágrima se escapó de mi ojo y terminó su recorrido cuando Justin la atrapó con su pulgar.
-Jess... -pronunció
Me hizo mirarlo a los ojos, y no pude evitar que más lágrimas salieran. Negué con la cabeza suavemente. Era imposible. ¿Él me engañó? Se veía sentía tan bien cuando me besaba...
-No llores, por favor -dijo él, juntando nuestras frentes
-Mirá lo que hiciste... -susurré- se siente bien, hasta que perdés lo que ganaste, ¿no?
Él bajó la mirada.
-Yo... no quería que terminara así -se mordió el labio
-Deberías haberlo pensado antes -dije de mala manera, separándome
-Por favor, hablemos -tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos
-No hay nada que hablar -y me fui de mi cuarto
...
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