viernes, 9 de agosto de 2013
Capítulo 32- ¿Una pareja caliente?
-¿Y de qué? -sonreí
-Bueno... va a sonar raro, pero Justin no es lo que se dice muy bueno con las chicas. Sólo te digo que... -suspiró
-¿Es medio mujeriego? -pregunté, aunque sabía la respuesta
Ella asintió.
-No es que quiera tirarte abajo, al contrario. Me parece raro que esté así de bien con una chica, durante estas dos semanas no dejó de hablar de vos -sonrió, provocándome lo mismo
-¿En serio?
-Sí -rió-. No lo veo así desde...
-Sofía -completé
-_____, ¿vas a venir? -preguntó Justin. Pattie y yo miramos hacia la escalera
Asentí y me despedí de Pattie. Ni siquiera tenía ganas de cenar. Sólo llamaría a mamá para avisarle que me quedaba y listo.
Lo que me había dicho Pattie me había dejado pensando. Es verdad, Justin no era muy sentimental, y en cierto modo me daba miedo que juegue conmigo, porque tenía razones para pensarlo, después de lo que pasó.
Pasé al baño y me miré al espejo. ¿Qué me había visto Justin? Puedo parecerle linda, pero en realidad no encuentro nada que le guste de mi personalidad.
Dejé de tirarme abajo yo sola y me lavé la cara. Fui hacia el cuarto de Justin. Él estaba acostado en su cama. Sin remera. Con su celular. En Twitter, seguramente.
Me acosté a su lado, y él no se inmutó. Pero a los segundos, dejó su celular sobre la mesa de noche, y se volteó a verme. Acarició mi mejilla mientras los dos nos mirábamos a los ojos.
-¿Qué te pasa? -preguntó
-Nada -dije sonando tranquila
-Sí, ahora en serio
-No es nada, de verdad -insistí
-¿Por qué no confias en mí? -dijo. Su mirada seguía en mis ojos, pero yo la saqué.
-¿Cómo sabés que me pasa algo?
-Aunque no parezca, sí conozco a las chicas
Elevé una ceja.
-Ah, perdón -bromeé
-Ey, en serio -dijo él
-Está todo bien, Justin -dije con tono molesto
-Cuando quieras me contás -volteé los ojos
Suspiré y me quedé mirando su rostro. Era hermoso, ni una sola imperfección. Tenía un lunar cerca de su ojo y uno bajo su boca, cerca del mentón. Luego ví sus labios: curvados levemente, como en forma de corazón, y de un precioso rosado suave.
Empezaron a acercarse a mí, y vi como en un santiamén se humedecieron, para luego descansar sobre los míos. Mi mano fue sin pensarlo a su mejilla, y la bajé acariciando su cuello. Sentí su sonrisa sobre mi boca y no pude evitar contagiarme. Me separé de él sólo para hablarle.
-Te quiero -dije
-Yo más, hermosa -respondió Justin, rozando tiernamente nuestras narices
Le di un rápido beso en los labios y luego lo alejé de mí, haciendo que vuelva a su lugar normal, ya que estaba un poco encima de mi cuerpo, pero sólo el torso.
-Voy a decirle a mamá que te preste un pijama -dijo él, comenzando a levantarse
-No -lo paré-. No hace falta
Él sonrió de lado con mirada tierna y rió.
-¿Querés una remera mía? -adivinó leyéndome la mente. Y sin dejarme responder, se dirigió a su armario. Supongo que ya sabía la respuesta.
Me extendió una remera color morado que decía 'J'adore Paris' o algo parecido.
Me va a quedar bien, pensé colocándomela desde los hombros sobre mi ropa, para probarla. Pero cuando fui al baño, comprobé que había calculado mal. Me quedaba corta, por mis... ya saben.
-Dejatela, te queda bien -dijo Justin
-Me queda corta, Jus. No te molestes, duermo con mi ropa -dije doblándola y dándosela de nuevo
-No... yo quiero que te la pongas -me abrazó desde atrás. Reí, parecía un niño-. O quiero ponértela yo. Y no hablo de la remera
-¡Justin! -me giré sorprendida sobre sus brazos, encontrándome su cara de diversión
-Me refería a... vos entendés -dijo, al no tener otra excusa-. ¿Qué cosas andás pensando? -preguntó juguetón
-Ando pensando que me querés para otras cosas -me sinceré
Su rostro cambió de divertido a sin expresión.
-Hey... -dijo con voz suave acariciando mi mano
-No importa -negué levemente con la cabeza, cansada
-Jess, si importa. A mí me importa lo que pienses de mí
-¿Sabés qué? Creo que esto no vale la pena. No hacemos buena pareja
-¿Qué? -preguntó él abriendo los ojos- No digas eso, por favor. Sólo intentémoslo
-El problema es qué querés intentar conmigo, Justin
-No me digas 'Justin'; siento que estás enojada
Suspiré.
-Jess, sabés que tenemos que estar juntos, ¿quién te dijo lo contrario? -tomó mi mano y me acercó a él
No me animé a mirarlo a los ojos.
-Si no querés contarme, o no querés que hable, dejame demostrarte que te quiero, pero por favor, no termines conmigo
-Es que no sé... algo me dice que no tenemos que estar juntos -dije con un nudo en la garganta
-¿Quién?
-Es qué, Justin... mi corazón
-Tal vez te estás confundiendo. ¿Qué sentís cuando me besás?
-Justin, dejémoslo así, ¿sí? Sólo estoy algo cansada, no quiero pensar en eso
-No, no podés dejarme así
Suspiré nuevamente con un nudo en la garganta, y él me acercó y puso sus manos en mi cintura; yo lo alejé suavemente.
-Voy a dormir -dije sin mirarlo
Él se quedó mirándome y asintió suavemente.
-Buscá otra remera que te quede más larga, si querés
-Gracias -dije
-Hasta mañana -besó lentamente mi mejilla, mientras tomaba mi mano y la acariciaba
Antes de que se fuera, yo tomé la suya para llamar su atención, y él se dió vuelta.
-Te quiero, Justin -dije
-Yo más -sonrió él-. Que duermas bien
No sé por qué tardó tanto abajo. Se había ido a cenar, pero dentro de casa, ¿no?
Ya había buscado una remera que me quedara más o menos bien, era una negra que decía 'lovin' everything 'bout you' en letras blancas. Traté de dormirme, pero se me venían a la cabeza miles de cosas.
Estuve bastante tiempo pensando, e incluso llegué a escuchar que alguien iba al baño, que estaba fuera del cuarto. Supuse que sería Justin, por lo que me acomodé para esperarlo. Eh, sólo quería acostarme boca arriba, para ver cuándo llegaba; no es que lo esperaba en una posición sumamente sexy ni nada. No...
Se me estaban cerrando los ojos, cuando escucho la puerta abrirse suavemente. Tenía sueño liviano, así que me desperté al instante. Justin había entrado pero no había prendido la luz, la del pasillo iluminaba lo suficiente, al parecer.
Observé que se sacó la remera y se puso otra, y se quedó en boxers. Se sentó de su lado de la cama, pero yo ya estaba de espaldas a él.
-Jess, ya sé que estás despierta
-Hey, no es justo. ¿Por qué sabés todo? -él rió
-No lo sabía, si respondías estabas despierta, y sino no me hubieras escuchado -explicó
-¿O sea que me mandé al frente sola?
-Sí, amor -rió él nuevamente
-Qué boba -sonreí, al escuchar cómo me había llamado
-¿No podías dormir, boba? -dijo él, mientras se acostaba mirándome de frente
-No -susurré
-Vamos a dormir juntos -dijo él, en tono suave
...
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