viernes, 9 de agosto de 2013

Capítulo 31- Una oportunidad


Tragué saliva debatiéndome en mi mente.
-Está bien -finalicé-. Pero ante cualquier... -me interrumpió
-¡¿En serio?! -estaba sorprendidísimo, sus ojos brillaban increíblemente, como nunca lo había visto
-¡Sh, callate! -le pegué en el pecho, él sonrió
-Callame -sonrió de lado. Yo sólo pude sentir cómo me sonrojaba
-¿Y si no quiero?
-Grito -amenazó
Suspiré sonriendo, y mordiéndome el labio. Era muy lindo y tierno si lo veías bien. Se había dejado el pelo un poco largo, no lo tenía de punta como siempre. Le caía sobre la frente dejando naturales huequitos que le quedaban genial.
Esos ojos miel... uno piensa que verdes o celestes son mejores y, sí, son muy lindos pero estos... tienen algo especial. Su mirada es una de las cosas que me encanta: es dominante, siempre te mira fijo a los ojos cuando habla, pero hay veces en las que su mirada transimite algo... ese algo que te dan ganas de besarlo y quedártelo sólo para vos. Una mirada tierna, ¿vulnerable? Como pidiendo que le den amor.
Dios, ¿quién lo mandó a ser tan lindo?
-Bueno, si así lo querés -dijo. Abrió la boca pero en seguida tomé sus mejillas y lo acerqué a mí, tratando de tomar su boca en mis labios. Pero parecía una foca tratando de comerme y bueno...
-Bueno, no tan bruscamente -rió fuertemente
-No te rías -le pegué
Él terminó por sonreír de lado, y me dio un beso en la mandíbula, amagando con besarme en los labios.
-Me gusta estar con vos -confesé
-¿Ah, sí? -dijo él. Se apoyó en una pared que tenía al lado, y -como estábamos en una especie de 'L'- yo me quedé en el rincón, mirándolo.
Asentí mirando fijamente sus labios. Tenían una forma preciosa, como delineada y perfecta. Eran de un tono rosado suave, y finos. Muy finos. Y tentadores.
-Yo siento algo parecido
Lo tomé del cuello de la camisa, atrayéndolo a mí, algo que nunca había hecho. Al parecer él lo interpretó de otra manera, porque me comió la boca de un beso. Pero yo sólo quería algo tierno, quería que sea el Justin dulce. Amaba ese Justin.
Me separé un poco de sus labios, y ambos abrimos los ojos. Volví a acercarme a él, pero besándolo con lentitud. Apoyé mi mano sobre su mejilla para mantener ese ritmo.
Cuando él se separó, me dio un beso rápido en los labios, sin abrirlos. Y luego otro. Y otro en la comisura. Y otro en la mandíbula. Y otro en la mejilla.


-Mentira -sonreí
-¡Es en serio! -dijo él, mirándome
-¿Pensás que te voy a creer que soy la primera que trajiste acá? -dije retóricamente
-Bueno, tal vez no la primera -dijo-. Pero sí la más especial -me rodeó desde atrás y me dió un beso en el cuello
Yo sonreí como una tonta. Sí, no estaba muy segura de esta relación, pero lo disfrutaría mientras dure. Sería como una oportunidad para Justin, después de todo. Igualmente, no somos novios oficiales.
-No sabía que tenías lado tierno -dije
-Es que sólo sale cuando mi corazón lo deja
-Guau, ¡estás super!
Él rió suavemente en mi oído haciendo que me remueva un poco entre sus brazos.
-¿Te pongo nerviosa? -preguntó en mi cuello nuevamente
-Pf... no -bromeé
Besó mi cuello y mi hombro mientras bajaba sus manos hasta mis caderas. La verdad, no me gustaba mucho que me toquen, me sentía usada.
-Justin -me removí nuevamente, tratando de salir
-¿Qué? -preguntó él levantando la cabeza. Me giré para verlo y lo tenía a milímetros de mis labios, por eso volví mi vista al frente. Él giró nuevamente mi cabeza con su mano, y luego terminó volteando mi cuerpo mientras me besaba. Sus manos fueron a mi cintura, aunque prácticamente estaba sobre mi cuerpo, acorralándome contra la baranda.
-Justin... -dije entre sus labios- basta
-¿Con qué?
-No quiero que me toques así -dije. Él bajó sus manos a mis muslos y, antes de que le diga algo, me calló con un beso. Bajó un poco su cuerpo y quedamos a la misma altura por unos segundos, ya que después me dejó sobre el barandal y abrió mis piernas para ponerse delante mío.
Incómodo otra vez.
-Justin -lo empujé lejos de mí
-¿Qué es lo que te molesta? -dijo reposando su mano en mi muslo
-No quiero que me toques así -dije, algo avergonzada de su mirada fija en mí
-¿Así, cómo?
-Así... ya sabés. Yo no ando tocándote todo
-No entiendo -frunció el ceño
-Como... -rocé todo su abdomen
-Ah... -hizo una pausa- no me molestaría que lo hicieras
Le pegué una cachetada, pero no fuerte, más bien juguetona. Él sonrió volviendo a mirarme.
-No lo hago con perversión, lo hago con amor
Suspiré.
-Está bien, está bien. O sea que cuando te bese... ¿no puedo tocarte más que los labios? -reí
-No quiero sentirme usada, Justin -expliqué con la mirada baja
-No te estoy usando... -mojé mis labios nerviosa-. Jess, mirame -levantó mi rostro y me miró a los ojos-. No te estoy usando -repitió-. Sabés que no soy tierno ni nada con cualquier chica. Y si no es real te dás cuenta, porque no soy bueno en eso -sonreí-. No es que vayamos a la cama ni nada, eh
-¡Justin! -le pegué
Él rió.
-Pero me gusta que seas así -agregó, rodeándome. Sus manos ya no iban a mi cintura, como estaba más arriba, llegaban por el borde del pantalón. Él levantó un poco mi remera y entrelazó sus dedos-. Que no te dejes tocar por cualquiera
Sentí un escalofrío cuando apoyó la cabeza sobre mi estómago.
-Por eso te quiero
-¿Por que no me dejo tocar?
-Porque sos especial
Y eso me hizo sonreír como nunca. ¿Podía ser más tierno? Creo que él tenía razón. Cuando es tierno para conquistar a una chica por un día, se dan cuenta. Hay algo que te dice que está batiendo cualquiera.
Desenlazó sus dedos y acarició mi piel suavemente, luego de unos segundos. Yo me senté más erguida antes de que pudiera pensarlo, ya que su roce había producido un cosquilleo en mi piel.
Unas gotas comenzaron a caer sobre nosotros. Justin me miró y se separó de mí. Miró hacia arriba.
-Vamos a mi casa -dijo, tomando mi mano
Me bajó de allí antes de que yo reaccionara y corrió arrastrándome hacia su moto, mientras la lluvia aumentaba.
-Me olvidé de preguntarte -dije-. ¿Quién te la dió? -señalé aquel vehículo negro
Él suspiró.
-Era de papá
¡Tonta!
-Perdón... -acaricié su hombro
-No importa -tomó mi mano y la cubrió con la suya-. Subí -hizo un movimiento con la cabeza
Hice lo que me pidió y lo sentí subirse contra mi espalda. Dejó sus manos en frente mío y arrancó la moto rápidamente, haciendo que me asuste un poco. No sé si lo notó o fue porque quiso, pero luego de eso me dio un suave beso en el cuello, que me hizo soltar una risita.
-Ya es tarde. ¿Te quedás a dormir? -dijo bajándose rápido, y tendiéndome la mano
Fuimos bajo el pequeño techo que estaba sobre la puerta de su casa algo agitados y... mojados.
-¿Lo decís porque querés dormir conmigo? -pregunté sonriendo, esperando su típica defensa
Él rodeó mi cintura y me dejó entre él y la pared.
-Sí, quiero tenerte sólo para mí y abrazarte mientras dormir
-¿Abrazarme?
-Sí -sonrió de lado-. Amo abrazarte de atrás, siento que estoy para protegerte -yo sonreí tiernamente-. ¿Vos que sentís?
-Frío -bromeé. Él volteó los ojos-. Que me protegés -respondí riendo
La puerta se abrió de la nada, aunque casi no me doy cuenta porque Justin me sostenía bastante bien.
-¡Chicos! ¿Qué hacen ahí? Entren, pasen, pasen -Pattie
-Perdón, Pattie -dije, saludándola
-No importa, Jessi
-Es mi culpa, má
-Sí, es verdad -dije
-¡Hey! -dijo él
Pattie y yo reímos.
-¿Te quedás a comer, Jessi? -preguntó ella dulcemente
-Má, Jessi queda muy estúpido -dijo mi... casi novio sacándose la chaqueta
-¡Justin! -exclamé
-¿Qué? -se encogió de hombros
-Justin, andá a tu cuarto -le ordenó Pattie
-Perdón, ma -dijo él. Le dio un beso en la mejilla y subió a los saltos
-No me molesta que me digas así, Pattie
-No te preocupes -dijo ella sonriendo-. No de eso.
...

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