viernes, 9 de agosto de 2013
Capítulo 14- Puedo hacerte... gemir
¿Eso qué significaba?
Salí de lavarme los dientes y fui hacia mi habitación. ¿Qué es lo primero que llama mi atención? Justin. Sin remera. Mirando algo en su celular.
'Respira, respira, respira, respira'. Tendría que repetirlo unas cien veces para que haga efecto.
Él volteó a verme y sonrió al verme. Yo traía un short de lycra y una remera de mangas cortas. Pero esta vez no me miró de 'esa' forma. Al menos no me di cuenta.
-¿Sabías que me volvés loco? -preguntó acercándose a mí
-¿Sabías que nuestras mamás están en la habitación de al lado? -dije cerrando la puerta
-Bien pensado, así no van a escuchar tus gemidos -se acercó a mí por detrás
-No seas idio... ¡hey! Yo no sería la única
-No... -dijo irónico- me imagino que me matarías de placer
Me tenía agarrada desde atrás y estábamos en el medio de mi habitación. Puse mis manos sobre las suyas acariciándolas. De alguna forma había logrado que me sienta mejor estando con él, como si yo en realidad le importara.
Empezó a hacer círculos con sus dedos acariciando mi vientre aún cubierto por la remera. Su boca se acercó a mi cuello y comenzó a besarme suavemente. Llegó un momento en que yo en serio no podía más. No sé cómo hacía, pero si seguía conteniendo el placer explotaría. Un gemido leve salió de mis labios que a él pareció bastarle para al menos sacar una sonrisa.
Mientras seguía recorriendo mi cuello, subía el borde de mi remera para acariciar mi piel ahora erizada. Me volvía loca. Mi cuerpo ardía de calor.
Puse mi mano derecha en su mejilla y él soltó un pequeño jadeo en mi oreja que me hizo estremecer por completo. Sus manos pasaban por mi vientre ahora sin suavidad, con más pasión que antes. Me di vuelta sobre sus brazos y lo besé sorpresivamente. Él aceptó a gusto mientras levantaba más mi remera. Me separé un poco y él me la sacó. Nos habíamos movido hasta que él quedara cerca de una pared, por lo que lo empujé un poco para que se apoye en ella.
Todavía no creía lo que estaba haciendo, lo que estaba pasando, ni mucho menos lo que tenía pensado hacer.
Bajé mis besos por su cuello, mientras sentía sus manos ir y venir por mi espalda. La acariciaban decididamente mientras yo comenzaba a llegar a su pecho. Se escuchó otro jadeo de su parte que me hizo sonreír de lado. ¿Eso lo había logrado yo? Guau. Quiero decir, miau.
Una vez que llegué a sus abdominales, hice lo que nunca había hecho. Pero la realidad es que me moría de ganas. Los besé lentamente sintiendo sus manos ahora sobre mi cuello, puesto que me había agachado un poco.
Al volver a subir, él me dirigió a la cama. Me besó apasionadamente acariciando mi vientre, y su boca fue bajando hasta llegar a mis pechos. Comenzó a besarlos de forma tan excitante que estaba a punto de decirle que pare. Y eso que aún tenía la ropa interior puesta.
Y cuando estaba a punto de quitármela, la luz vino a mí.
-Justin... -dije con algo de temor
-Shh... -me calló él con tono caliente
-Justin, basta -me levanté un poco, aún entre sus brazos, de forma que él me miraba desde mi vientre
-¿Qué pasa? -dijo con voz algo ronca
-No puedo hacerlo
Él bajó pesadamente los hombros y suspiró.
-¿Y hacía falta llegar hasta este punto para decirlo? -se quejó y se acostó a mi lado
-Vos empezaste -me defendí sin mucho éxito
-Podrías haberme pegado o algo -dijo él-. Hubiera preferido eso antes que un baño de agua fría en pleno invierno
-¿Para qué te darías un ba...? -paré de hablar cuando vi cómo me miraba. Tomó mi mano y sin dejar de mirarme a los ojos comenzó a bajarla junto a la suya por el borde de su pantalón- ¡Justin! -le pegué una cachetada en cuanto supe qué era lo que estaba sintiendo
-Sí, eso lo hubiera aceptado antes -dijo acariciándose la mejilla
-¡Bueno, perdón! ¿Cómo iba a darme cuenta?
-Podrías recompensarlo
Agh, los chicos...
-¿Haciendo qué?
-Haciéndome una buena chupa... -le volví a pegar
-Por lo menos pegame del otro lado, así las mandíbulas quedan equilibradas -se sobó nuevamente la mejilla
-Basta. Creí que podíamos hablar bien e incluso traté de ayudarte con lo de tu novia pero te pasás del límite -me acosté dándole la espalda y apagué la luz de la mesa
-¿Cómo me ayudarías? Sos igual que ella: rubia, caliente e histérica
¿Dijo histérica? Ese pendejo hijo de... un momento. Dijo caliente.
-No molestes -dije acomodando bien la almohada
Él suspiró.
-Perdón...
-Es como que un violador se disculpe por manosearte -dije
-No iba a violarte. De todas formas no sabría cómo -murmuró lo último
-¿Por qué?
-¿Por qué que? -dijo haciéndose el tonto
-No evadas el tema
-¿Qué tema?
-¿Tengo que pegarte de nuevo? -eso podría llamarse amenaza
-No vale la pena decirte. De todas formas no me creerías
-Decime -insistí
-Voy a tratar de bajar esto -se levantó de la cama, pero lo tomé del brazo
-¿Podés decirme?
-Soy virgen -dijo sin miedo y sin esperar respuesta
Se fue hacia el baño prendiendo la luz del pasillo mientras yo estaba completamente boquiabierta. Era imposible. Él no podía no haberlo hecho nunca... es decir, es Justin. Seguro está mintiendo. Cree que me va a tomar de idiota haciéndose el tierno. Tarado...
Cuando volvió me encontraba en la misma posición en la que había quedado, pero él no podía verme por la oscuridad.
-Bueno, hice lo que pude -dijo y volvió a acostarse
-No creo que seas virgen -lo ignoré y volví a acomodarme
-Lo soy -aseguró indiferente y me acercó a él abrazándome por detrás. Sentí un cosquilleo por mi espalda ya que lo hizo de repente. Acomodó su cabeza de tal forma que su respiración impactaba en mi cuello haciéndome estremecer.
-Justin... -susurré
-Buenas noches -dijo él, y depositó un pequeño beso en mi cuello
...
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