Capítulo 4- As long as you love me
-¿No podés darme el gusto de besarme una sola vez? -tomé su rostro entre mis manos
Le di un suave beso sin abrir la boca. Duró unos pocos segundos, y en cuanto él quiso abrir su boca y se emocionó más abrazándome yo me separé.
-Bueno... am... -se quedó algo confundido- no esperaba que me digas que sí, la verdad...
-¿O sea que no te gustó? -pregunté para desafiarlo, con una ceja levantada
-No, no, no es eso... en realidad, yo pensaba que sería algo más...
Miré a Christian, se estaba aguantando la risa sentado en un banco.
-Chris -dije, y él me miró rápidamente. Le hice una mirada de súplica y él sonrió. Comenzó a acercarse a nosotros.
-Espero que la próx... -Justin empezó a hablar pero Chris lo tomó del brazo y comenzó a arrastrarlo lejos de mí. Justin bufó.
-Nos vemos -dijo con su típico tono seductor, tomó mi rostro con una mano, y me dio un beso sobre los labios
-Basta -dije empujándolo lejos de mí y dejando que Chris se lo lleve
-Después hablamos -me dijo él -Chris- empujando a su amigo hacia la puerta, que al final se rindió para no quedar como un desesperado. Pero era obvio que moría por besarme.
Al día siguiente, al llegar al colegio, estábamos esperando para entrar al salón de economía. Todos hablaban y estaban en sus cosas, mirando alrededor, preguntando si hicieron la tarea, haciéndola... hablando de lo que pasó estos días... en fin. Yo estaba en lo mismo con Paula y Julia. Lucía todavía no llegaba, y hasta creí que iba a faltar.
Estaba de espaldas a la escalera por donde se venía a este salón, por lo que cuando todos miraron hacia allí, tendría que darme vuelta y no lo haría. Pero cuando me miraron a mí, yo miré a mis amigas. Ellas me miraron con esa estúpida sonrisa pícara, que ya me estaba hartando. Julia me hizo una seña disimulada para que mirara atrás mío, pero ya era tarde, si es lo que supongo.
Unos brazos rodearon mi cintura y al girar mi rostro ahí estaba él. Aún desde atrás me dio un beso cerca de los labios haciendo que mis mejillas se calienten rápidamente.
-Mmm... -me quejé empujándolo sin verlo a la cara
-¡Epa! Hay amor -dijo Chaz, uno de mis amigos y compañeros de clase. Lo miré mal y él me guiñó un ojo
-¿Será cierto? -me susurró Justin al oído
-No, sólo me querés para un rato y después de cansarte buscar otra -le dije sonriendo cínicamente, típico de ambos
-¡Uuuh! -exclamaron todos
Yo volteé los ojos y él me miró. Tomó mi mano y tiró de ella hasta arrastrarme detrás de una columna.
-¿Hasta cuándo vas a seguir? -le pregunté cansada
Ya era mucho, besarme cuando no quiero, llevarme a todas partes, hacer lo que él quiera, tratarme como si fuera su novia... No sé por qué se preocupa tanto, si sólo soy una más para él.
-Hey, yo iba a preguntar eso. ¿Hasta cuándo vas a seguir?
-¿Seguir con qué? -pregunté molesta
-Seguir negándote -explicó acercándose un poco
-Hasta que dejes de molestarme y entiendas que no quiero nada con vos -le repliqué con una mano en su pecho: no quería que se acerque más
-Pero ayer me besaste -replicó
-No soy un banco de quejas, ¿sí? Lo hice para que no molestes -él rió
-Lo hiciste porque te encanto -dijo él mordiéndose el labio mientras sonreía
-¡No! -miré hacia un costado respirando profundo, para calmarme un poco
Volvió a morderse el labio y puso ambas manos en mi cintura.
-Hace mucho que me amas
Traté de separarlo poniendo mis manos en sus brazos, pero era muy fuerte. Y de paso, me pegó a él, hizo que lo mirara a los ojos, que con el sol de mañana, se veían perfectamente claros y color miel. Abrí los míos dejando que admire mi perfecto azul.
-¿Faltamos a clase? -me preguntó acercándose a mi oído
Cerré los ojos y apoyé mi cabeza en su pecho. No fue mucho lío porque lo tenía a milímetros de mí.
-No -dije
Aún con los ojos cerrados, ya que moría de sueño. Odiaba levantarme temprano.
-Podemos pasear por ahí -dijo con voz seductora
-No, dejame -reaccioné y me separé de él. Sus brazos estaban flojos, por lo que no pudo detenerme a tiempo.
-Espera... -me tomó del brazo
-Dejame -dije soltándome bruscamente
Entré al salón, junto con los últimos alumnos. Afortunadamente la profesora estaba escribiendo algo en el pizarrón, por lo que no nos vio entrar. Miré a Julia y a Paula. Ambas estaban sentadas juntas. Las fulminé con la mirada.
-Levine y Bieber -dijo la profesora mirándonos-. Siéntense juntos, en esos bancos
Volteé los ojos. ¿Esto es posible? Trato de evitarlo y me sientan con él. Todos nos miran mientras él me sonríe orgulloso y pone una mano en mi cintura para empujarme. Yo salí de su agarre y me senté en uno de los bancos que estaban en frente de mis amigas. Ellas reían y Julia señaló con la mirada a Justin, quien daba la vuelta para sentarse a mi lado, del lado de la pared.
-¿Qué hacían allá afuera? -preguntó pícara
Paula le pegó en el hombro, pero no pudo evitar reír. Justin las miró y sonrió cómplice.
-Bobas -dije volteando los ojos, y sentándome mirando al frente
-¿Por qué las insultás? -preguntó Justin- Sólo quieren saber -dijo inocente
-Gracias por defendernos, Bieber -dijo Julia
-Ya, no la molestes -escuché a Paula
-No creo que haya problema en saber que querías venir a mi casa pero no te dejé
-En cualquier momento te pego -murmuré para mí misma
-Quiero verte hacerlo -susurró él en mi oído sorprendiéndome por haberme escuchado
-No molestes -dije entre dientes mirando hacia otro lado
-Bieber, pase a hacer el ejercicio de tarea
-No lo hice -respondió él
-¿Levine?
-Sí, enseguida voy
Saqué mi carpeta y pasé al frente a resolver el ejercicio, que hice bien. Julia me sonrió y Paula miraba su hoja preocupada.
-No entiendo qué hice mal -dijo mirando la hoja de Julia una y otra vez comparándola con la suya
Reí y saqué mi celular de la mochila. Lo escondí atrás de mi pierna, del lado que estaba entre Justin y yo. Comencé a mandarle un mensaje a Lucía diciéndole por qué había faltado.
-No se usa celular en clase -dijo él en un tono alto
Todos me miraron y yo lo miré mal a él. Bueno, muy mal. La profesora nos miraba.
-Entrégeme el celular -dijo viniendo hasta nuestro asiento
Se lo dí ante la mirada de todos y ella volvió a su escritorio.
-Quiero que hagan los ejercicios que quedaron de la clase pasada ahora. Vamos, así los corregimos
Todavía no creía lo que este imbécil había causado.
Una vez que terminó la clase, salí apurada evitando al estúpido de Bieber. Pero él tomó mi brazo y me arrastró a un lugar.
-¿Y ahora qué? -pregunté enojada
-No te vas a enojar por eso, ¿verdad? -dijo él sonriendo burlón
-No te voy a felicitar -le pegué en el pecho, ya que era lo más cerca suyo que tenía
Él tomó mi mano y me acercó a él de un tirón.
-Te pido un favor -dijo susurrando sobre mis labios-. Dame un beso, un beso en serio
-¿Otra vez? Creí que ya había dejado en claro que no quería que me molestes
-Dios, quiero un beso tuyo, tus labios me vuelven loco -dijo, pasando sus manos por mi cintura, y atrayéndome más a su abdomen
Miré sus ojos. Parecían decir la verdad. Buscaban los míos y luego mis labios. Miré los suyos y los había humedecido hace segundos. Tomé un leve suspiro.
-¿Si? -insistió él
...
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Capítulo 5- Besos adictivos, chicos irresistibles
Me mordí el labio. ¿Lo haría?
-Está bien -me rendí
Nunca creería que Bieber llegaría al punto de rogar por un beso mío. Es decir, ¿tan genial soy? Bah, sólo bromeo conmigo misma.
Él sonrió y acercó su boca a la mía. Atrapó mis labios suavemente y yo dejé que los atrape. Era raro, hace mucho no besaba algún chico de esta forma, sintiéndome rara, sintiendo vacíos en mi estómago, creyendo que este beso era en serio por un momento.
Besaba de maravilla, lenta pero intensamente. La forma en que manejaba la situación era genial. Introdujo su lengua en mi boca, juntándola con la mía haciendo que no quiera separarme de él. Todo era genial, sus manos estaban firmes bajo mi cintura, las mías sobre sus hombros. Dios, como besaba... me volvía loca. Se separó de mis labios y repartió una hilera de besos por mi mejilla, hasta llegar a mi oído.
-Tus besos son adictivos -me susurró, haciendo que me estremezca
Pero no, no caería. Sabía que él sólo quería besarme y yo no llegaría a nada, porque era para estar con alguien. De su parte, porque yo lo hice por el simple hecho de que deje de molestarme. Aunque no me arrepentía e incluso sentía que él sentía algo más por mí, no me dejé llevar por mis sentimientos, le corté el rostro como diciendo 'te felicito'.
-Bien, ya tuviste lo que querías, ¿no? Ahora, ¿puedo irme?
-No tan rápido, gatita. Antes quiero que me digas algo...
-¿Qué? -volteé los ojos
-¿Te gustaría cenar conmigo? Hoy, en el muelle
-¿Sólo nosotros dos?
-Sólo nosotros dos -repitió sonriendo
-Voy a pensarlo -dije y comencé a caminar
-No te hagas rogar más -escuché a alguien decir, después de unos minutos caminando hacia el próximo salón. Supuse que no era para mí, por lo que seguí caminando. Hasta que alguien puso su mano en mi hombro haciendo que girara mi rostro. Chris ya estaba a mi lado.
-¿Me escuchaste? -preguntó
-No, ¿qué dijiste?
-Que no te hagas rogar más
-¿De qué hablás? -reí
-Con Justin, boba
-Ah. ¿Y por qué?
-Yo no diría que le gustás, pero le 'atraés'. No diría que quiere algo serio, pero algo quiere. Tampoco diría que confíes en él, pero dejate llevar. Y jamás diría que te hagas rogar, porque se va a cansar
-Que se canse, no me importa. Yo no soy la que gusta de él
-Yo dije atraer
-Como sea -levanté un hombro con desinterés
-Lo digo, porque su rutina es simple: ¿quiere estar con alguien? Insiste. Si en cuatro días no logra un beso, lo deja. Busca a alguien más y ya está. Pero...
-¡Chicos! -una chica nos interrumpió
-¿Qué pasa, Cait? -preguntó Chris
Caitlin era la hermana de Chris, era simpática, aunque algo sosa. Quiero decir, patética. La forma en que se vestía no era lo más genial que podías ver, ni tampoco era genial. Estaba en nuestro curso y gustaba de Justin, según me enteré. Pobre inocente...
-Perdón por interrumpir, sólo quería decirte algo, Jess -me miró poniéndose a mi lado
-¿A mí? ¿Qué? -la miré
-La profesora de economía te llama
-Ah, gracias -le sonreí-. Nos vemos, Chris
-Sí, nos vemos -respondió él
Volví mi camino hacia el salón anterior y en el, vi a Bieber. Estaba hablando con la profesora, y al salir no vio mi presencia. Dió unos pasos acelerados hacia, según vi Cintia, y la abrazó por detrás. Ella se giró y le sonrió. Lo besó en los labios y él bajó sus manos a su trasero.
Puta, pensé.
-Señorita Levine, ¿va a venir a buscar su celular?
Reaccioné y entré al salón.
¿Salir a cenar con el mujeriego de Bieber? Ni siquiera entiendo cómo me planteé pensarlo. Es un completo imbécil. Atención, dije completo.
Al día siguiente, cuando llegué al colegio, Bieber ya estaba ahí. Me sonrió y me miró pícaramente pero yo lo evité. Mis amigas aún no habían llegado así que fui con Chaz y Chris.
-Hola -los saludé
-Hola -dijo Chaz
-Buenas -respondió Chris sin quitar la vista de su celular
-¿Todo bien con tu novio? -preguntó Chaz
-Que yo sepa no tengo -me encogí de hombros
-Habla de Justin -aclaró Chris
-¿Bieber? No tengo nada con ese mujeriego -levanté un hombro indiferente
-Si seguís así -comenzó Chris- va a empezar a molestarte
-¿Qué? -pregunté
-Digo, va a... -alguien lo interrumpió
-¿Y, gatita? ¿Ya lo pensaste?
-Bueno -lo miré- en realidad lo de "pensarlo" era más una excusa para no decirte que no en el momento
-¿Qué clase de excusa es esa? -respondió él riendo, mientras se acercaba a mí y yo me alejaba
-No quería negarte tan directamente, porque ya sé que todas te dicen que sí al instante...
-Porque soy irresistible -dijo él acercándose más, dejándome apoyada en la pared
-Yo iba a decir porque son putas, pero sí, ponele que sos irresistible
Chaz y Chris trataron de ocultar su risa, y pude ver que Lucía ya había llegado y estaba en su misma situación. Justin suspiró mirando hacia otro lado.
-¿Eso es un no? -preguntó algo molesto
-¿Todavía no te queda claro, Biebercito? -pellizqué su mejilla burlonamente
-¿Biebercito? -repitió más molesto y asombrado
-No te aguantás que una chica te ignore -le expliqué acariciándole la mejilla para luego darle unas palmaditas suaves-. Ahora, ¿me dejás tranquila?
-Serás perra... -murmuró él, haciendo que le pegue una cachetada- ¡Hey!
-¿Qué? -pregunté- Es medio patético que andes rogándole a una chica para estar con vos, ¿sabías? -no lo dejé responder- Como sea, ahora lo sabés
Apretó sus labios y me miró con odio. Todos nos estaban mirando y yo lo estaba "humillando". Como si él no lo hiciera sólo...
Se acercó más a mí y antes de que pudiera evitarlo me besó presionando sus labios firmemente contra los míos. Abrió su boca pero yo me negué a abrir la mía, tenía mis manos en su pecho para tratar de alejarlo de mí, pero era en vano, tenía más fuerza. Pellizcó el área de mis costillas de repente, haciendo que abra la boca y le siga el beso.
Después de unos segundos ya me estaba quedando sin aire, pero él parecía estar bien. Traté de separarlo nuevamente de mí pero me era imposible. Quise separar al menos mis labios pero sólo lo logré un segundo, donde apenas pude respirar un poco para que él vuelva a atrapar mis labios.
Empecé a sentirme algo mareada...
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Capítulo 6- Celos entre amigos
Empecé a sentirme algo mareada... y sentí como Justin se separaba de mí rápidamente. Abrí los ojos y todo me daba vueltas.
-¿Sos idiota? ¡Casi la matás! -le dijo Chris a Justin teniéndolo de la camiseta
-Eh, no fue para tanto. La zorra esta se cree que puede dejarme así en frente de todo el mundo
En su momento ya lo voy a matar, ahora estaba algo preocupada porque me estaban acostando en el suelo. Concretamete, Chaz.
-¿Estás bien? -me preguntó
-Me duele la cabeza -dije frunciendo el ceño-. ¡Porque ese estúpido...!
-Eh, no digo que no sea estúpido, ni mucho más -me interrumpió Chaz- pero no es el momento
-Voy a llamar a la profesora -dijo Lucía
Y acá estoy, en mi casa. Mamá tuvo que venir a buscarme y lo peor, tuve que decirle a ella y a la profesora que empecé a marearme de la nada. Estúpido Biber...
Estaba acostada en mi cama cuando mi celular sonó. Lo tomé y le bajé el volumen a la tele.
-¿Hola? -dije
-¡Jess! Te llamé antes pero no contestabas, ¿cómo estás?
-Es que estaba durmiendo. Bien, gracias
-Bueno, ¡tengo buenas noticias!
-¿Si? Decime, necesito algunas
-Bueno... ¡convencí a un lindo chico a que vaya a cuidarte!
-¿Qué? -empecé a reír
-No te rías, me lo vas a agradecer
-Ya, pero decime quién es. ¿Chris? ¿Liam? ¿¡Lucas!? -pregunté el último con más emoción, puesto que era el chico de quinto que a todas nos gustaba y se partía solo.
-No sé, no sé... -jugó- Ya lo vas a ver
Alguien tocó la puerta de mi cuarto.
-Esperá, tocan mi puerta
-No, si ya me imagino quién es
Reí y me levanté a abrir.
-Hola -me sonrió él
-¿A Bieber? ¿¡MANDASTE A BIEBER!?
-Tranquila, gatita -dijo él riendo
-¡Lucía...! Decile que deje de decirme así
-Bueno, yo creía que se iban a llevar mejor, pero... -Justin tomó mi teléfono, cortó y lo lanzó a la cama
-¿Qué haces? -pregunté. Cerré los ojos por un momento. La cabeza volvía a dolerme.
-Tu amiga Lucía dijo que venga, y no tuve problema en eso -se encogió de hombros
-Qué lástima, porque yo sí lo tengo. Quiero que te vayas y me dejes en paz de una puta vez
-¿Por qué? Sos la única que me dijo que no todas las veces, y ya me cansa estar insistiéndote
-No lo hagas más -dije con desinterés y me senté en mi cama
Él suspiró.
-Está bien. Decime, decime por qué -se sentó a mi lado
Tomé aire y me senté mirándolo.
-Mirá, no sé qué es lo que querés conmigo, pero... -me interrumpió
-No entiendo por qué no querés ni verme, cuando otras chicas mueren porque las mire
Reí burlona.
-¿Una de las razones? Sos mujeriego. Y eso es algo que no soporto. Que te creas genial y me beses cuando quieras, es otra cosa. Puede ser divertido al principio, pero ya es aburrido y, atención en esta parte, quiero que dejes de hacerlo -él iba a hablar pero no lo dejé-. Dejame, no quiero nada con vos
Él bufó y me miró a los ojos.
-¿No te parezco lindo? ¿Tengo... feos ojos o qué?
-¿Feos ojos? -repetí riendo
-Las chicas siempre se fijan en eso -dijo él encogéndose de hombros
-Sos un bobo -reí. Él levantó una ceja-. Podemos ser amigos -le ofrecí
-¿Y podemos besarnos?
-No, dejá de insistir con eso -volteé los ojos
-Sí, sé que quedo mal insistiendo tanto, es que... sos muy sexy -me sonrió de lado
-Suficiente charla como personas decentes, podés irte -me levanté de la cama
-Está bien, está bien. Seamos amigos. Pero te advierto que no es lo mejor que te pueda pasar -me siguió hasta la puerta
-¿Quién te abrió? -lo ignoré
-Tu mamá. Y tu casa es linda -lo miré sonriendo-. ¿Eso es un avance? -me miró confundido
-Nos vemos, Justin
-Nos vemos -sonrió y se dio vuelta, comenzó a alejarse en el pasillo. Se rascó la nuca, y volteó a verme, encontrándome recostada en la puerta mirándolo. Levanté una ceja al verlo y él sonrió y me guiñó el ojo. Sonreí y bajé la mirada, para luego cerrar la puerta. Al parecer era un chico 'tierno' si se lo proponía. Pero en fin, no voy a juzgarlo antes de que lo conozca bien.
Me recosté en mi cama y recordé lo que dijo.
-¿No te parezco lindo? ¿Tengo... feos ojos o qué?
-¿Feos ojos? -repetí riendo
-Las chicas siempre se fijan en eso -dijo él encogéndose de hombros
¿Qué? ¿Le preocupa si creo que soy lindo? Reí de tan sólo pensarlo. ¿Le parezco linda?
Al día siguiente, me levanté. No sé por qué, hoy tenía ganas de ir al colegio. Supongo que estaría feliz por lo de Justin, al fin me dejaría en paz.
Después de ponerme el uniforme, y desayunar, mamá me llevó al colegio. Bajé del auto luego de saludarla y me dirigí a la entrada con la mochila colgada del hombro.
-A sí que ahora sos amiga de Justin -dijeron detrás mío
-¿Y qué con eso? -pregunté riendo
-Nada, nada. No me mates -dijo Chaz haciéndose el inocente-. ¿Estás mejor después de semejante beso que te plantó?
-Sí, lo estoy -lo empujé, haciedo que pierda el equilibrio y riera. Él volvió a mí y me dio un beso en la mejilla.
-Uh, mirá. Bieber se pone celoso -señaló hacia el frente con la mirada
Estaba Justin besando una chica, como solía hacerlo conmigo. Ella estaba sobre la pared y él con sus manos en la cintura de ella. Y ahora que veo bien, la chica es Lorena, una de mi clase.
-No está celoso, está besando a una chica -dije sonriendo. Recuerdo cuando su lengua se juntó con la mía y... un momento. Cachetada mental. Listo, eso era lo que necesitaba.
-Recién te miraba -afirmó él seguro
-Me imagino -rei
-¡Lo digo en serio! -dijo él
-Ahá -lo ignoré a propósito
-En serio. Mirá.
Chris pasó por su lado y nos saludó con la mano. Yo le sonreí y Chaz le dijo que venga con una seña.
-¿Qué hay? -preguntó él acercándose
-¿Me hacés un favor? -le dijo Chaz luego de hacer un saludo de manos
-Seguro, decime
-¿Podés besar a Jess?
-¿EH? -dije rápidamente. Chris me miró y sonrió de lado. Dios, su sonrisa era muy linda. Al instante sentí calor en mi rostro
-Si ella está de acuerdo... -dijo Chris y se acomodó la mochila que le caía en el hombro
-¿Qué? -dije- Yo no creo que haga falt... -Chaz me interrumpió
-Sí, ella acepta. ¡Justin!
Chris lo miró confundido y Chaz le susurró un '¡Ahora!', empujándolo un poco hacia mí. Para cuando vi a Justin separándose de la chica Chris ya estaba besándome. Al principio no quería besarlo, pero después me fui centrando en eso. Era lindo, me besaba con suavidad. Aunque se notaba que no había nada en ese beso, era tierno. Sus manos estaba un poco más arriba que mi cintura, y estaban extendidas, firmes sobre mí.
Mis manos pasaron de estar en sus hombros a su pecho, empujándolo con suavidad. Con él no hacía falta forcejear como Justin, no me presionaba, sólo me besaba.
Chris se separó de mí y sonrió tiernamente al verme sonrojada.
-Hey, Chris -se escuchó a Justin-. ¿Qué hacían?
-¿Celosito, Biebs? -dijo él y luego me miró. Me guiñó un ojo y se acercó a mí-. Besas bien, nos vemos -me dio un beso en la mejilla y se fue.
-¿Qué fue eso? -preguntó Justin
-Parece que sí estás celoso
-No lo estoy
-Se nota, amigo -remarqué la última palabra y pasé esquivándolo mientras ponía mi mano en su hombro.
...
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Bueno, he aquí el maratón. Espero que les haya gustado ^^ Bienvenidas las nuevas lectoras! Y para hacerse seguidoras tienen que ir al escritorio y al lado de la lista de blogs que siguen, clickear el botón 'Añadir' y ahí escribir la dirección del blog :)
Besos,
Solcy ♥♥
jueves, 26 de julio de 2012
miércoles, 18 de julio de 2012
Capítulos 2 y 3
Capítulo 2- ¿Nosotros?
-Te cabe por idiota -murmuré para mí misma riendo en silencio
-¡Pero, profesor! ¡Juro que no fue a propósito! -escuché decir a Justin, lo que mi hizo sonreír
-Estúpido -dije
-Mmm... Jess -dijo Lucía negando con la cabeza mientras reía
-¿Qué? Se lo merecía -me encogí de hombros
Ella rió.
-¿Te gusta? -la miré raro
-Tendrías que dejar las drogas -dije asintiendo
Ella volvió a reír.
-Uh, ahí viene tu novio -dijo Paula señalando disimuladamente con la cabeza hacia atrás mío
Miré y venía Justin caminando firmemente hacia nosotras. Reí con ironía. ¿Y qué le pasa ahora? Se notaba que estaba enojado, se veía en su mirada. Que se joda, pensé, y volví mi mirada a las chicas.
-No es mi novio -dije tranquilamente. No quería que piensen que me desesperaba o algo por lo que digan de nosotros. Bueno... no esa clase de nosotros. Al decirlo así suena como: no me importa qué digan de nuestra relación. Lo amo, lo amo, mmm, mmm. No, no hay relación.
Me desvío mucho de los temas...
-Parece que está enojado... -canturreó Julia
Sentí cómo me tomaban del brazo y me arrastraban. Miré a las chicas, que se miraban entre ellas cómo diciendo '¿qué irán a hacer ahora?' pero así, pícaramente. Podrían dejar de mirarse así y defenderme. Volteé mi rostro para comprobar que era Bieber, y claro, quién más.
-¿Qué hacés? -dije tratando de que me suelte
-¿Sos estúpida o qué? -me preguntó soltándome de repente entre él y una pared. Estábamos en un rincón al fondo del pasillo, casi nadie venía aquí a esta hora, porque habían pocos salones ya que era el último piso antes de poder salir del colegio.
-Me hiciste mal -dije acariciándome el brazo-. Qué bruto
-No lo hubiese hecho si no me desafiaras así
-¿Desafiarte? -pregunté con las cejas levantadas, pero con una fea mirada
-Sí, nena. Me ligué un castigo para este sábado, y tenía planeadas otras cosas, así que... -lo interrumpí
-¿Coger con putas? -dije riendo un poco
Él se acercó peligrosamente a mí amenazándome con la mirada.
-No me fastidies -dijo-. Iba a ir a una fiesta, y como vuelvas a hacer una cosa así de dejarme mal con un profesor... -volví a interrumpirlo
-Más de lo que hacés vos sólo...
Levantó mi mentón y me obligó a mirarlo.
-Te arrastro conmigo al castigo. ¿Entendiste, gatita?
-Basta, me haces mal -lo empujé un poco, pero volvió a acercarse
-Te pregunté si entendiste -susurró en mi oído, mientras yo giraba la cabeza hacia un costado: estaba muy cerca de mí y eso me incomodaba. Sentía calor en mis mejillas y en todo mi cuerpo
-Dejá de amenazarme, ¿si? Ya entendí, ahora andate -quise volver a empujarlo, pero sólo logré que tome mis muñecas y me haga mirarlo. Gran error: me dio un pequeño beso rápido en los labios y se fue soltándome de repente
-¡Idiota! -grité con rabia
Caminé nuevamente hacia donde estaban anteriormente las chicas. Lindas, que me dejaron con ese estúpido, creído mujeriego. Como lo encuentre le pego la cachetada de su vida. Fui hacia el próximo salón, tenía biología ahora y lo último que quería era llegar tarde.
-Jess -volteé, ahí estaba Christian sonriéndome
Su sonrisa es tan linda... él es uno de los amigos de Bieber. Pero no es tan como él. Bueno, no es nada como él. Es tierno, no mujeriego. Y su sonrisa... ah, ya dije esa parte.
-Hola, Chris. ¿Qué pasa? -le pregunté
-Bueno, sabés que mi cumpleaños es... -lo interrumpí
-En cinco días -dije orgullosa. Tengo buena memoria para fechas. Siempre y cuando no sean de historia o cosas aburridas y poco importantes
-Sí -rió suavemente-. Voy a hacer la fiesta en el Madison's Hill. ¿Creés que puedas ir? -me entregó una tarjeta
-Voy a hacer lo posible, Chris. Gracias -le dediqué una sonrisa
-A vos, linda. Nos vemos -nos saludamos y se fue
Él iba al otro curso, y siempre hablábamos al cruzarnos. No sé cómo me mantuve tan tranquila, no logro hacerlo con muchas personas. Sé que soy un poco quisquillosa, es que... no lo sé. Soy así.
Me quedé concentrada leyendo la tarjeta que Chris me había entregado.
Te espero este día especial, 22 de junio en Madison's Hill para festejar mi cumpleaños. A las 19...
Alguien me chocó. Vi que era el estúpido este. Pasó sin mirarme, pero estoy segura que me chocó a propósito.
-Hey, espera -lo tomé de la camiseta
Él al verme hizo un movimiento rápido y me dejó otra vez contra la pared.
-¿No podés dejarme tranquilo, gatita? -dijo cerca de mi rostro
-Agh, no te acerques tanto -lo empujé un poco-. Vos sos el que no deja de molestarme: primero lo del salón, después en el pasillo y ahora me chocás. ¿Tanto dependés de mí? -solté una risa irónica
Él rió de la misma forma.
-Te vuelvo loca, ¿no? -se acercó a mi oído-. Ni respondas, ya sé la respuesta
-Entonces sabés que no -lo alejé de mí
-¿Ah, no? -mordió el lóbulo de mi oreja
Cerré los ojos y los abrí lentamente cuando lo sentí alejarse un poco, y lo vi sonreír orgulloso. Había caído. Agh, soy estúpida en serio.
-¿Qué sonreís así? -le pregunté levantando levemente un hombro- Y ya dejá de mirarme
Lo empujé y comencé a caminar lejos de él. Pero a los segundos sentí como palmeaba mi trasero. Y con eso... digamos que me saqué un poquito.
-¿¡Qué carajo hacés!? -me volteé a mirarlo, él reía por mi reacción
-Epa... esa boquita -se burló
-¡Idiota! ¡No soy de esas putas con las que estás siempre, ¿no lo entendés?! No estoy comiéndome tres chicos en el mismo día. ¿TE DAS CUENTA O TE LO EXPLICO OTRA VEZ?
-Tranquila, gatita.
-¡Y no me digas así! ¿Qué me ves cara de gato?
Sonrió pícaramente. Claro, él lo entendió con doble sentido, es decir, cara de puta.
-Agh, mejor no respondas -dije, y esta vez él quedó entre la pared y mi cuerpo-. Pero no vuelvas a hacer o intentar nada relacionado a tocarme porque te juro que...
-¿Que, qué? -me interrumpió
-Te pego
-Ah, por favor no -fingió burlándose
-Hablo en serio -ya me había calmado un poco
-Yo también. Mirá cómo te toco
Me giró rápidamente dejándome acorralada y con sus manos recorrió toda mi silueta, hasta mis caderas. Sentía un inmenso calor en mis mejillas, pero él no me miraba a los ojos, estaba recorriendo mi cuerpo con su mirada.
-Linda estás, gatita. ¿Ahora qué me vas a hacer? -me desafió
Levanté mi rodilla ágilmente y esta se detuvo al llegar a su entrepierna, dejándome escuchar su estúpido grito de dolor. Suena muy cruel... pero no me cabe duda de que va a ser un violador en el futuro.
-¿¡En serio!? -preguntó Paula
-Sí, gracias por abandonarme -les sonreí con ironía
-Es que queríamos dejarlos a solas -dijo Julia guiñándome un ojo
-No es justo, siempre te pasan cosas interesantes con chicos interesantes -se quejó Lucía
...
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Capítulo 3- Un lindo mujeriego
-No es justo, siempre te pasan cosas interesantes con chicos interesantes -se quejó Lucía
-Es la vida -dije encogiéndome de hombros riendo
-La vida es injusta -se quejó ella
-Igualmente, Justin no es tan lindo -dije
-Sí, es verdad -me apoyó Julia-. Sólo tiene facha*, nada más
-Eso -asentí
Al día siguiente, me levanté sola, algo raro. Siempre me despierta mamá, pero parece que no está. Seguro se fue a una de sus obras. Ella es arquitecta. Cuando no me conocés bien parece que soy una nena rica pero en realidad, me visto así de bien, y todo eso porque mi mamá se esfuerza mucho. Tengo una larga historia familiar que no cuento a nadie.
Me puse el uniforme y llegué al colegio. Saludé a Paula y antes de que toque el timbre ambas fuimos a hablar con otras chicas del curso.
-Hola, Jess -me dijo Carla
-Hola -le sonreí y nos dimos un beso
-Me dijeron que estás con Justin, ¿es verdad?
-¿Qué? -dije confundida, pero medio gritando- No, qué asco -hice una fea cara
-Oh... ¿y no lo besaste?
-Más bien él me besó a mí, pero no fue gran cosa. ¿A qué va esto?
-Es que... él es lindo -admitió riendo
Sonreí.
-Sí, un "lindo" mujeriego -dije
Ella se encogió de hombros
-Sigue siendo lindo -reímos
Después de un rato se fue y yo volteé los ojos.
-Odio cuando son tan putas -dije. Paula rió
[...]
-¿Cómo está la gatita?
-No me jodas -dije molesta
-Ay, no te enojes, linda -sonrió seductoramente
Me quedé mirándolo y le di una cachetada débil pero desprevenida.
-Hey, ¿y eso?
-Andá a molestar a otra, ¿si? -dije tomando una bandeja para el almuerzo
-No puedo
-No, porque ya estuviste con todas y no podés repetir
-Veo que nos entendemos -dijo desde atrás mío
-Sí, eso parece. ¿Te corrés? -dije tratando de pasar entre la pared y él
-¿Y si no me corro qué pasa?
-Te corro yo
-Mejor no. Tengo un lugar para que vayamos -dijo levantando una ceja
-No sé cómo decírtelo. Buscate -a otra -le dije lentamente
-Es que quiero estar con vos -dijo en mi oído
-Mala suerte -lo empujé a un lado
Me senté en la mesa con Lucía, Paula y Julia y ellas me lanzaron su típica mirada pícara.
-Dios, dejen de mirame así -les pedí, ellas rieron y luego miraron sobre mi hombro-. ¿Qué mir...? ¡Justin!
Todos los que almorzaban nos miraron. Es que sí... soy muy gritona y bueno... se dieron cuenta. Justin me cargó sobre su hombro y me llevó hacia algún lado. No sé, sólo veía a la gente mirarme a través del vidrio que separa el pasillo -donde se puede ir al gimnasio, del comedor. Después de eso no había más gente en el pasillo ya que probablemente tenían clases o estaban en biblioteca.
-¿A dónde vamos? -él rió
Sentí sus manos en mi cintura, se agachó un poco y me dejó en el suelo.
-¿Se puede saber para qué hiciste es...?
-Shh -se acercó a mi rostro, y rodeó mi cintura suavemente, y con lentitud-. Sólo quiero estar con vos
-Estar tiene muchos significados -dije sintiéndo calor en mi cuerpo
-Quiero besarte -se acercó a mis labios, pero yo corrí mi rostro
-Yo no quiero hacerlo -dije volviendo a mi posición normal cuando vi que se alejó un poco, sin dejar de rodearme
-¿Por qué? -preguntó algo enojado, cuando la que debería estar así soy yo
-Porque no -lo miré desafiante, como 'a ver qué hacés ahora'
Él sonrió y volvió a acercarse, pero esta vez tomó mi rostro con sus manos. No lo hacía con fuerza, no me lastimaba, pero me ponía nerviosa. Es que... su tono de voz seductor... sí, me volvía loca. Lo admito. Eso, sumado a su perfume, y a que estaba muy cerca de mí... seguro estaba con las mejillas rosadas.
Sus labios rozaron los míos y sentí más calor inundar mis mejillas.
-No te pongas nerviosa, linda -una de sus manos volvió a bajar a mi cintura, me rodeó completamente llegando al otro lado y me pegó más a él. Ahora ese insoportable calor estaba en todo mi cuerpo.
Se acercó un poco más (como si eso fuera posible) y mordió mi labio con suavidad. Luego lo soltó lentamente y me sonrió de lado al ver mi cara confundida, desconcertada e hipnotizada.
Por desgracia para él, al momento reaccioné y lo empujé lejos de mí.
-Te dije que no me molestes
-Espera -volvió a acercarse y a rodear mi cintura
-Basta, Justin. Buscate otra, no quiero estar con vos
-Yo sí... -dijo besando mi cuello
Cerré los ojos un momento, pero luego reaccioné y analicé la situación. Lo separé de mí y comencé a caminar de vuelta al comedor. En cuanto sentí su mano tomar mi brazo me volteé y le pegué una cachetada.
-Dejame tranquila -genial, ya había conseguido enojarmeLlegué a la cantina y todos, y quiero decir todos, me miraron. Los ignoré y volví a mi lugar.
-¿Y? ¿Qué pasó? -preguntó Paula
-Me pidió una tarea y se la tuve que pasar -dije
Todas ellas rieron fuertemente.
-¿Qué? -pregunté tajante
-Ay, Jess, no te pongas así. Solo estamos jugando -dijo Julia mientras comía su almuerzo
-Sí, ya lo sé -dije algo molesta-. Me voy a clases, besitos -las saludé y me fui al gimnasio
-¡No te enojes, Jess! -escuché gritar a Paula
Me di vuelta y le sonreí. Bajé las escaleras. Al llegar al primer piso, estaban los chicos practicando básquet. Algunas chicas de mi grupo ya habían llegado y estaban esperando que ellos terminen.
-Hola, chicas -les sonreí
-Hola, Jess -me respondieron
-¿Practicaron? -pregunté deteniéndome frente a ellas
-¡Bien, chicos! Hasta la próxima clase -se escuchó al entrenador
-Chau, bombón -alguien me dio un beso en la mejilla desde atrás, y se fue caminando hacia la salida. Bieber. Volteé los ojos y vi como las chicas se quedaron mirándome
-¿Y sus uniformes? ¿Qué esperan? -todas se dirigieron a los vestidores a paso lento
-Hola -me saludó Chris
-Hola -le sonreí. Dejé mi bolso en un banco y nos quedamos hablando
-Hey, Beadles...
-Dios, no me va a dejar nunca -me quejé, mientras Chris reía y miraba a la puerta
-Bieber... ¿qué hay?
-Estábamos por ir a... -me miró- Starbucks -terminó sin mirarlo. Lo desafié mirándolo a los ojos por unos segundos, y luego comencé a caminar
-Chau, Chris -dije
-Nos vemos -mdijo él. Aún no disimulaba su risa
-Hey, espera -escuché la voz de Bieber. Volteé los ojos sin que me viera y seguí caminando- ¿No podés parar? -preguntó con tono molesto
-¿Qué querés? -dije girándome rápidamente
-Gracias -murmuró-. ¿Se puede saber qué te pasa conmigo?
-¿Disculpa? -pregunté mirándolo mal
-Sí, por qué no querés besarme... y demás
-Ah, nada raro, ni difícil de comprender. Sos un mujeriego, y me caes mal. ¿Todo claro? -me volteé sin dejarlo hablar y seguí caminando
-Espera, por Dios. Basta de caminar -me tomó del brazo y comenzó a caminar cerca de mí, mientras yo me alejaba. No estaba siendo tierno, seguía teniendo ese aire de creerse sexy y superior.
Suspiré pesadamente sin mirarlo, ya estaba entre él y las estúpidas paredes.
-¡¿Qué?! -dije ya cansada
-¿No podés darme el gusto de besarme una sola vez? -tomé su rostro entre mis manos
...
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Tara- rá... suspenso, oh yeah. Chicas, solo una pequeñiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisima condición. Bueno, no tan así.
Estaba pensando en hacer una maratón más en serio, así como cuatro o cinco capítulos, pero no sé. Para este finde no llego, tengo que hacer el de las otras dos noves. Pero para el que viene sí, si:
+5 comments y +3 seguidoras → 3 capis
+5 coments y + 7 seguidoras → 5 capis
+10 coments y 10 seguidoras → CAPIS POR DOQUIER! Mentira, 9 capis
¿Okis? Hasta el viernes 27/7 tienen para... eso ↑ y el sabado subiria los capis, ¿les parece? Si quieren que recomiende su novela en mi otro blog, díganme. Siganme en twitter♥ @saysninja
*Facha: cuando un chico tiene swag.
Besos,
Solcy♥♥
viernes, 13 de julio de 2012
Capítulo 1- Desafiando idiotas
-Profesor, no creo que yo sea la indicada -dije lo más amable posible
-No se lo sugerí, se lo pedí, señorita Levine -me respondió el estúpido reemplazante de matemática
-Es que... Bieber y yo no nos llevamos lo que se diga... bien -dije, suplicante
-Usted tiene el mejor promedio, y ésto le ayudaría a la nota -me miró a los ojos
-Está bien -acepté resignada
Claro, no sabía en lo que me estaba metiendo.
Todo comenzó ese dia, desde entonces dudé si él me gustaba o no, si lo quería en serio o no, si en verdad lo conocía bien.
-Fue genial -dije mientras reía
-Sí, y además cuando nos fuim... -Paula comenzó a hablar pero al instante se calló
-Buenos días, alumnos -dijo el profesor de literatura anunciando su llegada
-Buenos días... -dijeron algunos pocos de mala gana, entre los cuáles no me incluía
-Es que es muy lindo -escuché decir a Julia
-Señoritas -les llamó la atención el profesor-. La clase está para aprender, no para hablar de chicos
Reí y segui escribiendo. No había hecho la tarea para matemática, y tendría que hacerla ahora porque seguro me la pedirían.
-Bueno, vamos a revisar la tarea que tenían para hoy. ¿Quién se ofrece?
Nadie levantó la mano. Todos se miraban unos a otros para ver quién lo hacía.
-¿Elijo por lista? -amenazó el profesor
Nuevamente, nadie dio señales de vida.
-Bien -con el dedo buscó un nombre-. Levine
-Genial -murmuré
-¿Su respuesta?
-No la hice, profesor
-No la hizo... -analizó-. Ya tiene dos negativos, le aviso -hizo una anotación en su cuaderno
Miré a Julia y a Paula y volteé los ojos. Ellas rieron.
-Levine -me di vuelta rápidamente- ¿algo que quiera compartir con la clase?
-No, perdón -dije
-Que no le vuelva a llamar la atención
Pero por supuesto que eso pasó, cuando me vio hablando con las chicas mientras él explicaba... bueno, estaba hablando, no sé qué explicaba. Ese fue el problema.
-¿Puede repetir lo que acabo de explicar?
Claro, qué mejor forma de humillarme, ¿eh?
-A dirección
-Pero sólo estaba... -me excusé
-Ahora
Puse los ojos en blanco y caminé hasta la puerta. Bajé a secretaría y le pregunté a Analía, la secretaria, si el director estaba ocupado. Me dijo que espere sentada en frente de su oficina. Hice lo que me indicó, y saqué mi Blackberry. Crucé mi pierna sobre la otra y me dispuse a responderle a Julia:
Julia: eso fue pateticoo jajaja
Jess: no te rias tonta. voy a morir si mis papas se enteran. y no sabes a quien tengo al lado
Julia: a tu novio? no se, decime
Jess: a bieber. se la re cree jajajaj
Julia: y bue.. pero se re parte no?
Jess: ahora te digo, lo miro de cerca
Guardé mi celular, más bien, lo escondí bajo mi pollera, y miré a mi izquierda con delicadeza. Bieber estaba recostado cómodamente en el sillón con sus manos en el estómago. Traté de ser amable, en vano, claro.
-¿Por qué estás acá? -pregunté con una voz algo suave
Él me miró despectivamente, de arriba abajo, y respondió seco.
-Nada que te importe
-Sí, me doy cuenta. Idiota... -murmuré lo último, y volví a mi posición normal
-¿Cómo me dijiste?
-Uh... encima de idiota, sordo. Lástima por tu novia -levanté una ceja con desprecio
-No tengo novia, gatita -me guiñó un ojo burlonamente
-¿Gatita? Andá a comerte putas, ¿querés?
-Mejor no te metas conmigo, ¿eh? Te conviene
Me encogí de hombros.
-No tengo problema en eso.
Dios, uno trata de ser amable y así es como te tratan. Volví a mi celular y le respondí a Julia:
Jess: feo e idiota
Julia: por??
Jess: mas cortante que mi vecino, loca
Julia: pero esta bueno o no?
Jess: importa?
Julia: daaah. no preguntaria..
Jess: ponele que se parte -y sonreí para mí misma. Sólo bromeaba, no era tan lindo como todas las putas babosas decían por ahi. Justin era más conocido por mujeriego que por "Justin Bieber". Más visto en dirección que en los recreos. Bueno, no tan así, no es que vivía castigado, pero de vez en cuando... bueno, más seguido que eso, se ligaba un lindo castigo.
-¡Levine! -me llamaron abriendo una puerta
-Enseguida voy -dije, tratando de esconder mi celular. Y como pude, le escribí a Julia "me fui. Después hablamos"
-Dijo que no sería nada grave -dije encogiéndome de hombros
-Fue una estupidez mandarte a dirección por eso
-Mmm... -dije sin mucha importancia, viendo a un chico de lejos. ¿Era lindo o...? Dios, si es él, pensé.
-¿Qué hay? -preguntó Lucía
-Chico lindo en tres, dos... -todas vimos pasar a Lucas, ese idiota mujeriego que tiene a todas, incluyéndome, muertas
¡Es que es tan lindo! Hasta me molesta. Camina de una forma totalmente irresistible. Con los pantalones de vestir -parte del uniforme del colegio, caídos. Que le quedan tan... ¿sexies? Cómo sea, él se parte. Pero se nota a kilómetros que es un mujeriego.
Va un año más que nosotras, está en quinto año, y bueno, nosotras en cuarto. Yo ya tengo diecisiete, aunque Paula y Julia tienen dieciséis. Pero en fin, me voy de tema. Va a un año más que nosotras y, según averigué este tiempo, es algo así como Justin. Mujeriego, eso se vé rápido. Tiene millones de 'amigas' y anda abrazado a una distinta cada día. "Son todas putas", dice Julia. Yo me río y le doy la razón.
Lo otro que tiene es que, no estudia, debe ser de esos que zafan de casualidad. Ni si quiera sé cómo llegó a quinto: estudiar en los recreos, en los actos, menos en su casa, seguro.
Y lo otro, es que se cree lo mejor. Piensa que está buenísimo, y no digo lo contrario, pero no es para estar caminando así, con la cabeza arriba y derrochando sexindad. Bueno, aunque yo también lo hago con gente que no conozco. Tienen que conocerme bien, sino pensarían que soy una creída. Y si algo que aprendí de mamá, es destacarme por lo fina, no por lo vulgar. Ni como la mayoría hace, por lo puta.
-Lo amo -dijo Paula, mientras entrábamos al salón que nos tocaba y nos acomodábamos en los asientos
-Se hace el lindo y... lo es -me mordí el labio. Pronto las risas de mis amigas me contagiaron
-Hola... están en mi lugar -todas volteamos-. Concretamente... Levine -me miró 'intimidante'
-No veo tu nombre escrito -dije con mirada despectiva
-No hace falta verl...
-Bieber, Levine. Ejercicios uno y dos de la página setenta. ¿Quién pasa primero?
-Las damas primero -me miró Bieber con una sonrisa cínica
-Bieber -él levantó la mirada- mejor usted primero
Sonreí y reí por lo bajo.
-No sabía que había tarea, profe -dijo él
-Profesor para usted, señor Bieber -le ordenó él
Sonreí y levanté una ceja mientras escribía en mi carpeta. El profesor nos había dejado un cuadro para copiar en el pizarrón, y quería adelantarme. No me gustaba escribir a prisas.
-¿Levine? ¿Su tarea?
-Perdón, profe. Es que me olvidé el libro y ya era tarde para llamar a alguien, entonces...
-Bueno, bueno -asintió con la cabeza
-Se lo traigo mañana -dije
-No lo olvide esta vez -me dijo, anotando algo en un papel
-Gracias -dije sonriendo triunfante. Miré hacia donde estaba Justin, me miraba mal y, cuando vio mi sonrisa de lado, burlona, por supuesto, volteó los ojos y se sentó dándome la espalda. La chica que estaba sentada con él, Cintia, apoyó su codo en su banco, quedando con su mirada en frente de Justin. Le sonrió y miró al profesor un momento. Al ver que estaba concentrado en algo, volvió su mirada a Bieber y le dio un beso en los labios. Él se lo siguió y hasta acá se pudo ver cómo ella metió su lengua en su boca.
-Puaj -exclamé dándome vuelta, para quedar mirando a Lucía, con su celular detrás de mi espalda
-No te des vuelta, que trato de mandar un mensaje
Reí.
-No se da cuenta -le respondí, hablando del profesor
-Puede darse vuelta y mirarme -insistió ella
-Lu... en una prueba le pedí la hoja a Mauricio, la hoja. Entera, enterita, ¿entendés? Y me la dió, sólo que estaba a cinco mesas de la mía. A cinco -dije subiendo el tono-. No se dá cuenta ni que tengas el libro sobre el banco
Ella rió. Mauricio era uno de nuestros compañeros. Habían pocos chicos en el curso. Éramos diecinueve y habían siete chicos. Suena raro, pero todo el resto de los chicos (la mayoría lindos) quedaron en la otra división por sorteo.
Ya en matemática, es cuando todo empezó. Primero, que ya se me hacía raro ver a Bieber en todas las clases, y además, hablando con el profesor antes de que el timbre anuncie que hay que entrar a clases. Los miré antes de pasar por su lado, ya que estaban al lado de mi banco. El profesor le dijo a Justin que espere un momento y se fue a buscar unas cosas a su escritorio. Pasé por al lado de Bieber y sentí un pequeño empujón que me hizo soltar los libros que llevaba en la mano. Me volteé y el estúpido reía bajo.
-Idiota -le dije-. Juntalos -dejé mi mochila caer sobre el banco y señalé los libros en el piso
-Sí, ahora voy -dijo irónico, sabía que no lo haría
Lo empujé un poco. Él me miró mal.
-¿Qué? Si no los vas a levantar lo hago yo
-Sí, linda. Lo que quieras -ese tono...
-Gracias
Una vez que no me vió, volteé los ojos. Si me hubiese visto seguiría molestándome. Tendría que hacer que no me molestaba su actitud para que me ignore de una vez. Y no es que yo quiera pasar desapercibida del mundo, exactamente. Pero este era un caso especial, quería que deje de molestarme de una vez.
El profesor le dijo a Justin que traiga su libro, por lo que él lo buscó en su mochila y comenzó a caminar para entregárselo. Al ver que el profesor no me miraba, pasé entre Justin y un banco que estaba cerca del escritorio y empujé un poco a Justin, lo que hizo que su libro cayera sobre el café del profesor, y manchara su camisa. Este lo miró mal y Bieber quedó totalmente sorprendido, sin saber qué hacer.
-Te cabe por idiota -murmuré para mí misma riendo en silencio
...
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Chicas, qué les pareció? Por favor comenten :) Y siganme en twitter: @saysninja. 5 coments, y hago una maratón, ¿si? Tengo dos semanas de vacaciones para escribir, así que aprovechen :D Las quierooo, chuchis.
Besos,
Solcy ♥♥
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